Cambios morfológicos del caballo Cuarto de Milla


Ernesto Viramontes Ramos

publicado en Revista Caballos y Agave No. 16
publicado el 11/04/2007

La raza Cuarto de Milla tuvo su origen a partir de dos teorías, una de ellas sostiene que el ganado fundador estuvo apoyado en yeguas criollas de origen español, las cuales fueron cruzadas con sementales de raza Pura Sangre Inglés, sin embargo, la otra teoría dice que la base del Cuarto de Milla se cimentó cuando menos cien años antes de que el primer semental pura sangre inglés se importara de Inglaterra a los Estados Unidos en 1730.

Lo que es un hecho es que los caballos criollos descendientes del caballo español introducido en América por los conquistadores en el siglo XVI, después de varios años de aclimatación y adaptación a su nuevo territorio, fueron mejorados al mezclarse con el caballo Pura Sangre Inglés importado de Inglaterra.

La fusión de los finos ejemplares ingleses con los caballos criollos de origen español dio como resultado un animal de tipo mediolineo, de constitución vigorosa de conformación bien equilibrada, alzada mediana y de temperamento tranquilo, contando así mismo con gran agilidad y destreza, y un instinto vaquero indispensable para trabajar con ganado bovino, desarrollando a la vez una gran velocidad en distancias cortas de donde proviene su nombre: “Cuarto de Milla”. Todas estas bondades hicieron de esta raza una de las más versátiles del mundo.

Sin embargo el gusto por las carreras cortas (parejeras) fue provocando que el fenotipo de estos caballos se fuera apartando cada vez más de su tipo representativo muy popular durante muchos años que fue conocido como “Bull Dog” y llegó a ser extremadamente compacto y rollizo.

La influencia del Pura Sangre Inglés le dio sin lugar a dudas más alzada y refinamiento, influyendo así mismo en el fenotipo del caballo Cuarto de Milla destinado a eventos de conformación, los cuales a través del tiempo se apartaron también del tipo original, llegando a encontrar en el semental “Impressive” a uno de los pilares más fuertes para lograr la perfección racial morfológica, abusando en muchos casos de la consanguinidad y de los riesgos que esto implica, ya que así como fija cualidades puede fijar defectos o factores indeseables como la Hipercalemia (HYPP).

A través del tiempo la estructura morfológica del Cuarto de Milla se llegó a modificar a tal grado que fue perdiendo su versatilidad al irse especializando, apareciendo básicamente tres tipos en la misma raza como son actualmente el de carreras o ligero, altamente influenciado por el Pura Sangre Inglés, para el cual hasta la fecha tiene el libro abierto: otros criadores se inclinaron por el caballo de Halter, buscando ejemplares perfectos de constitución atlética, con gran definición muscular, equilibrio, balance, armonía y estilo y de buena alzada, y por último muchos criadores apoyaron su selección en base al caballo vaquero para monta estilo Western, habiendo animales cortadores, para lazo de becerro, trenzas, barriles, etc., sin embargo, una de las disciplinas ecuestres que se está volviendo cada vez más popular es el Reining, monta que incluye prácticamente todos los ejercicios, figuras y maniobras propias del estilo Western, ya que esta prueba se basa en los movimientos que debe desarrollar un buen caballo vaquero al trabajar con ganado a campo abierto, pero estas rutinas deben contar para ser competitivo con un animal de temperamento especial debiendo ser dócil y obediente para trabajar con suavidad, fineza, rapidez, sin presentar resistencia, bajo un mando muy sutil, teniendo movimientos muy precisos.

Los caballos Cuarto de Milla destinados a esta especialidad, actualmente se seleccionan y crían con el propósito de obtener ejemplares sobresalientes que puedan aprender y realizar todas las maniobras que incluye una prueba de reining.

Por lo que respecta a su morfología por lo tanto se ha buscado un animal con una conformación adecuada para esta disciplina ecuestre, la cual quiero describir en términos muy generales para formarnos una idea de cómo debe ser físicamente este tipo de caballos para que pueda tener un mejor desempeño al trabajar.

Un ejemplar debe ser compacto, de proporciones medianas, no debe ser demasiado alto, comúnmente tienen una alzada entre 1.40 y 1.50 mts, un caballo muy pequeño así mismo no sería muy conveniente porque le faltaría la fuerza, vigor y resistencia que ésta disciplina requiere, y el muy grande y pesado perdería agilidad y rapidez para realizar sus maniobras, desde luego que es muy necesario que sus extremidades estén bien aplomadas y tener buenas angulaciones, es conveniente que sus tarsos o corvejones sean grandes, muy fuertes y situados muy abajo, lo cual ayudará al caballo a deslizarse o rayar correctamente.

En cuanto a su estructura morfológica y su musculatura no debe ser muy exagerada, como los animales de “Halter” o conformación de músculos muy desarrollados, lo cual en este caso harían al animal más torpe y pesado. La cabeza debe ser corta y cuadrada, evitando las cabezas pesadas y burdas, es muy conveniente que su garganta sea fina y con las astas del maxilar inferior con buena abertura para poder flexionar adecuadamente el cuello, el cual a su vez debe estar nivelado con la cruz, teniendo un tamaño mediano, no es deseable el cuello muy grueso y corto, así como el muy erguido o levantado, ya que desplazaría su centro de gravedad hacia el tren posterior, no pudiendo el animal utilizar adecuadamente los músculos del lomo durante la parada rayando incorrectamente.

Es importante que la cruz no esté empastada o muy baja para sujetar correctamente la montura durante las maniobras, debiendo tener la misma altura que la grupa, los caballos caídos de agujas (cruz más baja que la grupa) cargan su peso y el del jinete en el tren anterior desequilibrando al animal.

El dorso y lomo se prefieren de tamaño mediano y poderoso lo cual le facilitará arquearse convenientemente, la grupa debe ser larga, fuerte y oblicua, la espalda o paleta con buena inclinación. El pecho debe mostrar una moderada “V” invertida, con una amplitud adecuada, sin llegar a ser excesivamente ancho o abierto con lo cual perdería agilidad y destreza.

Este tipo de caballo, contrario a lo que mucha gente piensa, no tiene que ser desequilibrado o burdo y empastado, sino por el contrario debe ser atractivo y armónico dentro de su tipo, lo cual le dará belleza y estilo.

Por lo que se refiere a su temperamento, estos caballos deben ser inteligentes para aprender fácilmente y a su vez serán disciplinados, obedientes y con buena actitud para trabajar.

Como podemos ver el cuarto de milla ha sufrido cambios morfológicos muy intensos que lo han hecho mucho más especializado en virtud de las exigencias actuales en las diferentes disciplinas ecuestres y de ser un caballo muy versátil de menor rendimiento, es ahora muy superior pero altamente especializado, ya que con sólo mencionar algunos nombres los caballistas saben de que tipo de caballo se trata. La selección de un caballo cuarto de milla actualmente hace a estos menos versátiles individualmente, conservando esta versatilidad como raza apoyada en sus diferentes biotipos constitucionales de cada vez más alto desempeño deportivo, diversificando sus líneas haciendo de esta raza una de las más populares del mundo, influyendo así mismo en el desarrollo y fomento de otras como son el Pinto, Appaloosa, y Azteca principalmente.

Otro factor muy importante en la selección del Cuarto de Milla, es su pedigree, ya que con solo estudiar su árbol genealógico los criadores y propietarios pueden darse una idea muy clara de las facultades que podría tener un determinado ejemplar para tener un desempeño sobresaliente en la disciplina que esté de acuerdo a sus líneas de sangre ya que su especialización los hace cada vez más aptos para un determinado trabajo.

Cabe señalar sin embargo que para estos caballos puedan tener un desempeño sobresaliente deben tener también los mejores jinetes y entrenadores.